10 consejos para una cocina más ecológica, saludable y sostenible
En el artículo anterior hablaba de la conferencia que Montse Batlle, consultora de cocina vegetariana energética, ofreció sobre los Beneficios de los productos ecológicos. La parte de la charla que más me sorprendió fue la que hacía referencia a la gestión de la cocina –a todos los niveles– para ir hacia una cocina más saludable, ecológica y sostenible. Aquí os dejo algunos consejos –auténticas perlas– que nos dio la consultora.
- Consumir productos ecológicos. Es la única manera de disfrutar del amplio abanico de alimentos que nos proporciona la naturaleza, de alcanzar la dignidad de la agricultura y de garantizar la biodiversidad de especies animales y vegetales.
- Apostar por productos frescos y de proximidad. Mantienen más vitaminas y más energía vital, que actúa en sinergia con la nuestra. Así potenciamos, además, la economía local y la nueva agricultura.
- Ser conscientes de los inconvenientes de los productos de largo recorrido. Se les han tenido que añadir conservantes de todo tipo. Los contenedores y envoltorios de plástico con que se nos presentan son inestables y pueden producir alteraciones endocrinas serias.
- Optar por una dieta más vegetariana que carnívora. Hay estudios basados en la observación de nuestro sistema digestivo que concluyen que la proporción adecuada sería 7 partes de alimentos de origen vegetal por 1 parte de proteína animal. Para concienciarnos y hacerlo más gráfico, podemos coger un plato y dividirlo en 8 partes. En una de ellas colocaremos los alimentos de origen animal que consumimos a lo largo de un día. Las 7 restantes las llenaremos con cereales, legumbres, verduras y hortalizas, fruta, semillas, frutos secos y algas marinas.
- Conocer el valor nutritivo de los cereales y las legumbres. Son los únicos alimentos que aportan todos los nutrientes que el cuerpo necesita: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y fibra. En los países que se caracterizan por la longevidad de sus habitantes, las dietas son pobres en calorías, proteínas y grasas y, en cambio, son ricas en carbohidratos.
- Planificar los menús semanales. Es la manera de hacer unas listas de la compra adecuadas al consumo real y de cocinar sólo lo necesario. En el plato sólo nos serviremos lo que realmente comeremos. Así evitaremos tirar comida. Los estudios de la Generalitat de Catalunya sobre derroche alimentario estiman que cada catalán es responsable de que 35 kg de comida acaben en la basura.
- Utilizar agua mineral para cocinar. No tiene sentido consumir alimentos ecológicos si después tenemos que contaminarlos con agua del grifo.
- Utilizar utensilios de cocina seguros. Hay utensilios que dejan componentes tóxicos como aluminio y plomo. En 2012 se prohibió la producción de teflón, pero en la mayoría de casas aún se usan las sartenes de teflón.
- Cocinar procurando el ahorro energético y de agua.
- Usar productos de limpieza ecológicos. Y no hace falta decir que debemos reciclar correctamente los residuos.