Mi experiencia con el kundalini yoga
Hace pocos días que he empezado mi segundo curso de kundalini yoga. Al principio de practicar esta disciplina me costaba coordinar la respiración con los movimientos, como ya me había pasado con anterioridad con las pocas sesiones que había tomado de tai chi. Después de asistir a clase un día a la semana durante cuatro meses, ya he superado esa primera dificultad y, durante los ejercicios, puedo concentrarme en otros aspectos: la vibración de los distintos mantras, la mirada en el tercer ojo o la disposición de la lengua en el paladar.
Se dice que el kundalini yoga es la madre de todos los yogas y que es la base de las demás técnicas y sistemas yóguicos. Es un yoga dinámico. Combina la meditación, los ejercicios de respiración, los estiramientos y los movimientos vigorosos con ritmo intenso. El kundalini yoga facilita el flujo de energía a través del cuerpo, particularmente por los canales de la espina dorsal a través de los chakras, y puede inducir elevados estados de conciencia.
Los beneficios del kundalini yoga que he experimentado en este tiempo van desde una mejor gestión del estrés hasta la claridad de ideas, pasando por una mayor capacidad de concentración. También he tonificado mi espalda. Pero sobre todo ha hecho que la mayoría de los días me olvide de la contractura muscular que me ha acompañado durante años.
En el siguiente vídeo (en inglés), se explican más ampliamente los beneficios del kundalini yoga y podréis ver algunos de los movimientos habituales durante una sesión.