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Talasoterapia: El Mar Como Fuente De Salud

Talasoterapia: el mar como fuente de salud

¿Cuántos de vosotros no pasaréis unas vacaciones en la playa? El verano invita a romper con la rutina de todo el año, buscar la tranquilidad y cargar pilas tanto desde el punto de vista físico como mental. La talasoterapia se basa en la utilización de los elementos del mar (sol, agua, salitre, arena, brisa, algas…) para fines terapéuticos y de belleza. Etimológicamente, talasoterapia proviene del griego: “thalasso” significa “mar”, mientras que “therapeia” significa “tratamiento”.

Tomar el sol con moderación y con la protección necesaria facilita la síntesis de la vitamina D, esencial para la absorción del calcio, un elemento imprescindible para mantener la salud de los huesos. Una piel bronceada, además, tiene efectos positivos sobre nuestra autoestima y seguridad.

La arena actúa como exfoliante natural, ya que elimina las células muertas y las impurezas de la piel, dejándola más tersa y suave. Por ese motivo son tan habituales los baños de barro por todo el cuerpo. Los masajes con arena en las extremidades ayudan además a estimular la circulación sanguínea y linfática.

Baño de fango

El agua del mar en sí misma es una fuente de salud. Un baño en unas aguas marinas agitadas puede ser relajante. El movimiento de las olas y la presión que ejercen favorecen la circulación sanguínea. El salitre, los minerales, los antioxidantes y demás nutrientes del agua oxigenan la piel, la hidratan y estimulan la regeneración celular. También hay que tener en cuenta que practicar deportes marinos (aquagym, surf, submarinismo o simplemente nadar contracorriente) tonifica los músculos y ejercita el corazón, además de ayudar a quemar calorías y eliminar toxinas.

La brisa marina ayuda a eliminar la mucosidad y a mejorar la respiración. Por ese motivo un paseo cerca de mar es tan beneficioso para los niños que presentan algún problema de este tipo a lo largo del año.

Los beneficios de la talasoterapia son múltiples. Contribuye a mejorar casos de reumatismo, asma u osteoporosis, además de enfermedades respiratorias, musculares y circulatorias. Ejerce un importante efecto relajante sobre el organismo, muy útil para combatir el estrés y la ansiedad. También es un efectivo método de belleza porque reduce la celulitis, tonifica la musculatura, elimina impurezas, nutre la piel y oxigena los tejidos.

Para los que no podáis disfrutar de unas largas vacaciones en la playa, pensad que un fin de semana o un solo día en la playa ya ayuda a aliviar el estrés y proporciona numerosos beneficios para el cuerpo. Siempre podéis regalaros un paseo tranquilo por la orilla del mar a primera hora de la mañana, sin aglomeraciones; o aprovechar el atardecer y la puesta de sol para dejar la mente en blanco, relajaros y disfrutar del entorno.

Puesta de sol en la playa

Fuente:

  • RUIZ, S. (2010) Convierte el mar en tu spa personal, en Salud&Vida, Nº 130
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