La mente bien ajardinada. Las ventajas de vivir al ritmo de las plantas. Con este título y subtítulo, Sue Stuart-Smith lo dice todo. El libro de esta filóloga y reconocida psiquiatra y psicoterapeuta habla del poder de la jardinería y de la…
Gaspar Hernandez es periodista y escritor. Desde hace siete temporadas dirige ‘L’ofici de viure’ en Catalunya Radio, un programa de psicología. En este periodo, la faceta literaria de Gaspar Hernandez también ha estado marcada por la psicología y la terapéutica. Con la novela ‘El silencio’ (2009) ganó el Premio Josep Pla. En ‘L’ofici de viure bé’ (2009) recogía una serie de trabajos periodísticos . Y en ‘Contes per fer feliç’ (2011), escrito con Jordi Llavina , se dan herramientas a los padres para educar a los hijos en la gestión de las emociones. Ahora acaba de publicar ‘La terapeuta’ (2014), una novela cuyo protagonista es Héctor Amat, un actor que presencia un crimen y, para superarlo, recurre a la terapia de Eugenia.
–La mayoría de nosotros no hemos sufrido un shock tan grave como Héctor Amat. Sin embargo, cada vez más vivimos en una presión continuada. ¿Todos somos candidatos a ir a una terapeuta ?
–Somos candidatos a ir cuando la ansiedad nos paraliza o nos obstaculiza en nuestro día a día. Si no, no hace falta. Héctor Amat ya sufría ansiedad antes de presenciar el asesinato. Es un hombre normal, de cuarenta y pico años, con ansiedad. Muchos lectores se pueden sentir identificados con el protagonista porque, hoy en día, en menor o en mayor medida, todos somos ansiosos. La ansiedad, hasta cierto punto, es buena puesto que es una señal de alarma que, cuando se dispara, nos ayuda a sobrevivir como especie. Lo que pasa en nuestra sociedad es que se dispara muy a menudo y durante mucho tiempo. Vivimos constantemente bajo los efectos de la ansiedad y aquí ya hay un problema. La ansiedad está relacionada con el miedo al futuro por la situación actual.
–Antes de la crisis ya había ansiedad.
–No había tantos trastornos de ansiedad como hoy. No había miedo a que te echen del trabajo de un día para otro o que haya recortes y no puedas pagar la hipoteca. Es difícil de cuantificar, pero una manera de hacerlo es ver el volumen de tranquilizantes que se están recetando ahora mismo y los que se recetaban hace diez años. Se ha disparado muchísimo. Otro tema es que los tranquilizantes se recetan con mucha facilidad y alegría .
–¿Y qué ha cambiado respecto a la época de nuestros padres ? ¿No había tantos casos de trastornos mentales o no se sabían?
Artículo de autor: Griselda Vidiella (*), directora del Centre FAC.
La mayoría de las enfermedades físicas, mentales y emocionales son causadas por impactos emocionales negativos no liberados al momento. Para poderlo explicar, será necesario hacer una introducción a la medicina holística.
La medicina holística entiende que la energía entra en el cuerpo por los alimentos, el aire y el sol. La energía se distribuye por todo el cuerpo a través de los meridianos. Esta energía nos permite, por un lado, llevar a cabo acciones físicas, emocionales y mentales. Por otro, hace que las células puedan reproducirse correctamente. Si la energía llega bien a todo el cuerpo, todo funciona, pero no siempre es así. Cuando hay un impacto emocional (conflicto, disgusto…), si no se libera al momento (hablando, gritando, llorando…), hay un estancamiento de la energía, se obstruyen los meridianos y la energía se convierte en materia (bloqueo energético).
Los bloqueos energéticos tienen una repercusión física y otra emocional. A nivel físico, un bloqueo genera una presión sobre los órganos de alrededor y absorbe su energía. Estos órganos se inflaman, se debilitan y, con el tiempo, originan enfermedades. Por el contrario, las células que forman el bloqueo ganan en tamaño y en fuerza hasta el punto de alterar su ADN, lo que puede generar tumores, miomas y quistes.
El desorden genera caos en nuestras vidas y puede hacernos sentir desorganizados y fracasados. Incluso puede llegar a provocar una depresión. También tiene consecuencias para nuestra salud corporal. Nos puede hacer sentir pesados físicamente y emocionalmente, hasta el punto de manifestarse con un aumento de peso. Puede producir problemas respiratorios y puede provocar cansancio. Acumular cosas debajo de la cama puede conducir al insomnio.