El Dr. Manel Mateu Ratera acaba de pasar el relevo de la presidencia de la Academia Médico Homeopática de Barcelona (AMHB) a la Dra. Maite Bravo García. A pesar de haber dejado esta responsabilidad que ha ejercido durante nueve años, el Dr. Mateo sigue igual de activo y ahora ultima su segundo libro: Primeros auxilios con homeopatía. Hablo con él sobre las ventajas, los inconvenientes y los límites de la homeopatía, así como sobre la relación entre los remedios homeopáticos y el perfil psicológico de cada persona.
—¿Qué puede curar y qué no puede curar la homeopatía?
—La homeopatía puede plantearse curar todo aquello para lo cual el cuerpo aún tiene recursos de defensa para poner en marcha. No trabaja ni con cirugía ni con elementos de sustitución como hormonas o antibióticos. Trabaja en el cuerpo vivo —animales, plantas o seres humanos—, estimulando su capacidad de reacción, su inmunidad, su sistema nervioso, a través de la clave del remedio semejante, como una vacuna. Por tanto, una persona que ha tenido operaciones que han supuesto la extracción de órganos o que ha tenido tratamientos que le han anulado la capacidad inmunitaria y la enfermedad la ha destruido, tiene mal pronóstico para la homeopatía. Hay enfermedades que la medicina convencional no puede curar y la homeopatía sí, y al revés. La homeopatía tiene unos límites en los que debe entrar la medicina convencional, a través de la cirugía o a través de la sustitución con terapias biológicas como es el caso de la diabetes. La homeopatía no tiene medicamentos para sustituir la insulina. No obstante, por ejemplo, en un paciente que se medica con 40 unidades al día de insulina y que está mal compensado, un buen tratamiento homeopático puede hacerle bajar la glucosa de 160 ó 180 mal controlada a 110 ó 120 en sólo una semana. Sería un caso de tratamiento colaborador.
—¿La homeopatía se puede considerar una medicina en sí misma?
—Efectivamente es una medicina en sí misma, pero fíjate: la homeopatía utiliza la técnica de los semejantes, la medicina convencional utiliza la técnica de los contrarios; la acupuntura reequilibra los meridianos energéticos a través del estímulo de puntos concretos ; la fitoterapia aprovecha las sustancias químicas de las plantas y utiliza el mismo sistema que la alopatía; el reiki aplica la energía de las manos o del propio cuerpo sobre una persona enferma y también tiene su campo de acción; y etcétera, etcétera. La homeopatía es una medicina en sí misma, pero es una parte de la Gran Medicina, de la Medicina en mayúsculas, y debe trabajar conjuntamente con las otras técnicas. Todas las técnicas tienen unas ventajas, unos inconvenientes y unos límites. La Medicina en mayúsculas es el compendio de todas las técnicas.
—¿Cuántos tipos de perfiles psicológicos tiene definidos la homeopatía?