Josan Ruiz: “CuerpoMente ofrece herramientas para las personas que se responsabilizan de su salud”

Nota: Entrevista escrita en enero de 2014 y recuperada del blog de la antigua agencia de comunicación MindandBody.es.

Josan Ruiz me muestra celosamente las páginas ya listas del próximo número de CuerpoMente. “Es una revista muy artesanal”–me dice– “donde se cuidan mucho los detalles, la maquetación y las fotografías”. Este cuidado por los detalles ha puesto a CuerpoMente en la Champions League de las revistas del sector, con una difusión (OJD) de 46.217 ejemplares mensuales. La revista nació en 1990 y Josan Ruiz es el director desde noviembre de 1997. ENTREVISTA DE ALBERT ROSSELL.

–¿Había suficiente interés por la cultura de la salud 24 años atrás?

–Sí, lo había. En realidad, en los años setenta y ochenta, ya existía una necesidad de estas ideas. Nosotros empezamos la revista Integral en 1978. En 1990 nació CuerpoMente, casi como un subconjunto de Integral. Esta revista se había abierto mucho a temas como la ecología, la solidaridad, las minorías étnicas, las energías limpias, la agricultura ecológica… Así pues, la salud, la alimentación vegetariana, las terapias naturales o la psicología ya no eran el grueso de Integral. CuerpoMente nació como una revista especializada en estas temáticas. El nombre lo inspiró el libro Bodymind, de Ken Dychtwald. Al principio nuestra periodicidad era trimestral y más tarde ya fue mensual. Hasta el número 11 salió una revista por estación.

–¿Cómo ha cambiado en este tiempo la sociedad española respecto a la concienciación por la salud natural?

–Ha cambiado mucho. Al principio estos temas parecían raros, casi excéntricos. Ahora cada vez es más normal hablar de alimentación vegetariana o de acupuntura. Ya no tenemos que explicar qué es la osteopatía, la reflexoterapia, el yoga, el ayuno, la avena… Y las personas cada vez son más conscientes de que su estado mental influye en la salud. Por ejemplo, se asume que el estrés puede ser más decisivo que el colesterol a la hora de desencadenar un infarto.

–Y todo esto lo contáis en la revista. Los temas que vais a tratar los decide un consejo de redacción. ¿Por quién está formado?

–El consejo está integrado por los tres redactores de la revista: Mayra Paterson, redactora; Anna Tiessler, redactora jefe; y yo mismo. Los tres nos reunimos con dos asesores, Manuel Nuñez y Claudina Navarro, que también son periodistas. Durante toda una mañana planificamos las temas de dos o tres números.

–¿Cómo elegís los temas que van a salir? ¿Qué criterios de inclusión seguís?

–Previamente, cada uno de nosotros realiza una serie de propuestas para cada una de las 14 secciones de la revista. Por cada sección, pueden salir 30, 40 o 50 temas, propuestos por colaboradores externos o que se nos han ocurrido a nosotros. Leemos en común las propuestas de cada sección y elegimos las que más nos atraen, teniendo en cuenta la estación en que nos encontramos, que el tema esté o no de moda, que tenga relación con lo que hemos publicado últimamente y, sobre todo, que la revista esté bien compensada: al lado de un artículo muy especializado suele ir otro de interés más general. Más tarde decidiremos quién puede redactar cada artículo. Cuando la propuesta es de un colaborador, se le encarga a él. Cuando el tema se nos ha ocurrido a nosotros o ha surgido durante la reunión, buscamos la persona que mejor lo puede escribir.

–¿Y a qué tipo de persona se le hace el encargo: a periodistas especializados, a profesionales de la salud…?

–Siempre es un plus el hecho de que lo escriba un profesional: un médico, un dietista, un psicólogo, un terapeuta corporal… Diría que dos tercios de los artículos los preparan especialistas. El otro tercio lo escriben periodistas especializados, que llevan muchos años tratando estas temáticas, que tienen una especial sensibilidad hacia ellas, las tienen integradas en sus vidas y conocen el tono que la revista busca.

–¿Qué temas interesan más? ¿Cómo recibís el feedback?

–Cada mes hay unas 250 personas seleccionadas por el equipo de marketing de RBA que reciben la revista en casa. Integran el Club del Lector. Tienen que puntuar cada artículo, cada sección, cada fotografía… Todo esto se evalúa y a nosotros nos llegan los resultados. Normalmente hay pocas sorpresas. A pesar de lo que digan los resultados, para que la revista siga viva, debemos buscar el equilibrio entre los artículos que suelen tener el “éxito” asegurado (por ejemplo, temas relacionados con la memoria, las defensas, el fortalecer los huesos, el aceite de oliva, la meditación…) y aquellos temas específicos que consideramos interesantes, enriquecen el panorama o amplían el campo (la coherencia cardiaca y su relación con el estado de ánimo, tratar el asma con homeopatía, las virtudes de la cúrcuma…). Estos últimos no obtendrán quizás una gran puntuación, pero habrá lectores a los que les serán de más ayuda.

–¿Cuál es el perfil de lector de CuerpoMente?

–El Estudio General de Medios indica que son personas que, de media, tienen unos 45 años, de clase media alta, con estudios universitarios, que trabajan y que la mitad de ellos tiene hijos. Yo prefiero decir que son personas que se responsabilizan de su bienestar y salud y que investigan e indagan qué recursos y qué hábitos vitales pueden ayudarles a sentirse mejor. CuerpoMente ofrece cada mes herramientas para eso.

–Y teniendo en cuenta este perfil de lector, es tu momento de gloria para vender la revista a los anunciantes. ¿Qué empresas deberían publicitarse en CuerpoMente?

–Aquellas que se esfuerzan en aumentar la calidad de vida de la persona y dan prioridad a lo natural. En cada tipo de industria, da un tipo de empresa concreta: en el campo de la alimentación, empresas de alimentación ecológica o con denominación de origen; en el campo de la tecnología, fabricantes de automóviles híbridos y eléctricos, electrodomésticos más eficientes; en el campo del ocio, balnearios, casas de turismo rural, prendas ecológicas o deportivas…

–¿Qué peso tiene la subscripción en CuerpoMente?

–Es notable. El número de suscriptores está en 13.400, es decir, el 29% de la difusión. Casi todas las bibliotecas públicas están suscritas a la revista, donde es una de las revistas que más se consulta. Hay una gran fidelidad por parte del suscriptor.

–En la web de CuerpoMente hay mucha información de interés para el sector, directorios, etc. Sin embargo, hay poca cosa de lo que sale publicado en la revista en papel. ¿Qué rol juega internet en vuestra estrategia?

–Obedece a la línea de RBA, que es la empresa líder de revistas en España en cuanto a facturación, con la segunda a bastante distancia. Las revistas de RBA están concebidas para ser compradas. No queremos que nos pase como a los diarios: la gente lee las noticias en Internet y no va al kiosco. Que el lector compre la revista garantiza su continuidad. Sí que hay mucha información, pero la web se debería renovar tecnológicamente.

–Volviendo al principio de la entrevista, ¿qué grandes cambios ha habido en CuerpoMente en estos 24 años? ¿Qué grandes etapas de la revista distinguirías?

–El gran cambio fue pasar de ser editada por Oasis a RBA. En 1995 RBA entró como socio de Oasis y en 1997 Oasis desapareció. En 1997, se rediseña CuerpoMente y se busca una publicación más fiable, más ordenada y con secciones bien definidas. Antes la revista se improvisaba en buena parte sobre la marcha. Lo que aparecía en un número podía tener muy poco que ver con el anterior. Ahora buscamos la continuidad y la familiaridad del lector, más credibilidad en el contenido, con una estructura de secciones que se ha mantenido con pocos cambios durante 16 años.