¿Cuántos de vosotros no pasaréis unas vacaciones en la playa? El verano invita a romper con la rutina de todo el año, buscar la tranquilidad y cargar pilas tanto desde el punto de vista físico como mental. La talasoterapia se basa en la utilización de los elementos del mar (sol, agua, salitre, arena, brisa, algas…) para fines terapéuticos y de belleza. Etimológicamente, talasoterapia proviene del griego: “thalasso” significa “mar”, mientras que “therapeia” significa “tratamiento”.
Tomar el sol con moderación y con la protección necesaria facilita la síntesis de la vitamina D, esencial para la absorción del calcio, un elemento imprescindible para mantener la salud de los huesos. Una piel bronceada, además, tiene efectos positivos sobre nuestra autoestima y seguridad.