Como técnica de organización del espacio, el feng shui puede ser útil para ordenar la mesa de trabajo del despacho o de la oficina. Basándonos en el mapa bagua, lo primero que debemos tener en cuenta es que el escritorio debe ser rectangular o cuadrado; hay que evitar las mesas con forma de «L», lo que indicaría que hay algún cuadrante del mapa bagua incompleto o, peor aún, que no existiera. Sería ideal tener una pared o un armario detrás de nuestra espalda para estar protegidos. En ningún caso debemos tener una ventana sin cortinas o con cortinas y persianas subidas detrás de nosotros, si es que queremos tener la aceptación de nuestros superiores.
Mirando la mesa desde la silla donde nos sentamos, la zona que rodea el ángulo izquierdo más cercano a nosotros corresponde al cuadrante del conocimiento. Ahí colocaremos los expedientes relativos a los trabajos que nos son más difíciles o que requieren más concentración. No podemos tener documentos de manera permanente, lo que haría que esa tarea nos siguiera siendo complicada siempre. La zona de conocimiento se puede potenciar con objetos que simbolicen la inteligencia, como una imagen de una gran montaña, ya sea entre los expedientes o pegada debajo de la mesa. También potencia la concentración el cuarzo.
El área cercana al ángulo derecho más próximo a nosotros corresponde a los clientes y a las personas que nos pueden ayudar. Es el lugar más adecuado para poner el teléfono. Así facilitaremos que nos llamen nuevos clientes y tendremos una comunicación más fluida con los clientes actuales.
El extremo izquierdo de la mesa corresponde a la prosperidad. Se puede potenciar con alguna imagen de agua en movimiento (un fondo marino, una cascada, etc.). Cualquiera de estas imágenes puede estar como fondo de escritorio o como salvapantallas si el ordenador está situado en el cuadrante correspondiente.
El tercio central del fondo de la mesa corresponde a la fama, el prestigio y al éxito. Es importante potenciarla con el color rojo, especialmente cuando nos incorporamos a un nuevo puesto de trabajo. Cualquier objeto rojo —un bote para poner los bolígrafos, por ejemplo— nos ayudará a «caer bien» a los nuevos compañeros de trabajo. También nos ayudará a tener buenas relaciones con los compañeros, el símbolo de dos flores amarillas en el cuadrante de las relaciones (extremo derecho de la tabla).
Es importante ordenar la mesa al terminar la jornada de trabajo, del mismo modo que conviene dejar limpio y despejado el centro del escritorio cuando nos vamos al mediodía o por la tarde. Si dejamos papeles en medio de la mesa, se nos hará más pesado el trabajo cuando regresemos.
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